Crisis de seguridad en Sinaloa: Homicidios, robos de vehículos y desapariciones forzadas

La crisis de seguridad en Sinaloa continúa, con un incremento alarmante en homicidios, robos de vehículos y desapariciones forzadas, de acuerdo con el Informe de Paz de Culiacán – Febrero de 2025.

Según el reporte, el estado ha experimentado un repunte en la violencia desde septiembre de 2024, cuando se desató una fractura interna en el Cártel de Sinaloa. Esto ha generado un aumento en los homicidios, con Culiacán concentrando entre el 60% y 70% de estos crímenes. Tan solo en enero de 2025, se registraron 158 homicidios en el estado, una cifra que refleja la escalada de violencia en comparación con meses anteriores.

El robo de vehículos también ha mostrado un crecimiento preocupante. Antes de septiembre de 2024, Sinaloa tenía un promedio de siete vehículos robados al día, con una tendencia a la baja. Sin embargo, tras la crisis de seguridad, el promedio se disparó a 20 robos diarios. En Culiacán, el incremento ha sido aún más marcado, representando el 70% de los casos en el estado.

Las desapariciones forzadas han seguido la misma tendencia alarmante. De enero de 2024 a enero de 2025, Sinaloa registró 223 casos de personas desaparecidas, con Culiacán, Mazatlán y Guasave como los municipios más afectados. La incertidumbre y el temor entre la población han crecido, reflejando una crisis que impacta tanto en la seguridad como en la estabilidad social y económica del estado.

El Gobierno de México ha intensificado los operativos en la entidad con el despliegue de elementos de la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). En los últimos operativos en Mazatlán, 12 personas fueron detenidas, además de asegurarse armas, drogas y la clausura de una toma clandestina de hidrocarburos.

A pesar de estos esfuerzos, los datos reflejan que la percepción de inseguridad en Culiacán sigue en aumento, alcanzando niveles históricos. La ciudadanía ha exigido respuestas contundentes y estrategias efectivas para frenar la ola de violencia que azota a la región.