Estudiantes, docentes, trabajadores jubilados y padres de familia se manifestaron este lunes en la Plazuela Rosales de Culiacán para exigir a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) mejores condiciones académicas, transparencia en el uso de recursos y atención a problemáticas internas que, aseguran, han sido ignoradas por las autoridades universitarias. Los participantes denunciaron el deterioro de aulas, presencia de hongos, falta de mantenimiento y opacidad en el manejo de los fondos que recibe la institución.

Los universitarios rechazaron también la reingeniería implementada por la administración central, al considerar que fue impuesta sin diálogo y que afecta la vida académica y operativa de las escuelas. Durante la manifestación, señalaron que la universidad se ha enfocado más en decisiones políticas que en priorizar las necesidades de los estudiantes. Además, exigieron respeto y atención a los casos de acoso dentro de la institución, denunciando que en ocasiones las víctimas han sido señaladas injustamente, como ocurrió con una alumna a la que, según testigos, revisaron su mochila acusándola de portar explosivos o armas.

La movilización inició en la Plazuela Rosales y avanzó hacia la Preparatoria Central de la UAS, donde los manifestantes ingresaron y realizaron pronunciamientos públicos acompañados por música de banda. Al no obtener respuesta ni presencia de autoridades universitarias, decidieron continuar su recorrido hacia la Preparatoria Flores Magón.
En este plantel, los accesos principales se encontraban cerrados con rejas y puertas internas aseguradas. Ante ello, algunos estudiantes ingresaron por la parte posterior atravesando un estacionamiento cercano y trepando bardas con ayuda de varillas metálicas. Una vez dentro, colocaron pancartas y cartulinas en los cristales de la dirección académica con mensajes que exigían mejoras, respuestas y respeto a los derechos estudiantiles. Ninguna autoridad universitaria se presentó a dialogar.

Durante los pronunciamientos, algunos estudiantes expresaron temor y frustración, señalando que “las autoridades no dan la cara”. Fue entonces cuando un representante de los trabajadores jubilados tomó la palabra, agradeció el acompañamiento de los jóvenes y reiteró la necesidad de defender la educación pública y el respeto a la comunidad universitaria.

Los manifestantes señalaron que este movimiento no busca confrontación, sino ser escuchados. Aseguraron que continuarán movilizándose hasta recibir atención a sus demandas, que incluyen mejor infraestructura, transparencia en el uso de recursos, respeto a los estudiantes y espacios libres de acoso dentro de la Universidad Autónoma de Sinaloa.