El Cabildo de Uruapan, Michoacán, propuso a Grecia Quiroz, viuda del alcalde asesinado Carlos Manzo Rodríguez, para asumir la presidencia municipal sustituta, tras el crimen que conmocionó a la población y dejó en pausa la conducción política del segundo municipio más importante del estado.
El Congreso del Estado de Michoacán será el encargado de validar la propuesta y formalizar la toma de protesta en los próximos días. Al no pertenecer a ninguna fuerza partidista, el cuerpo edilicio concentró la decisión sobre quién encabezará el gobierno local durante el resto del periodo.
La presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Fabiola Alanís Sámano, aseguró que el proceso se llevará a cabo conforme a la ley y con pleno respeto a la voluntad del pueblo de Uruapan. “Hay una definición política que en el Congreso vamos a respetar. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que sea la voluntad del pueblo de Uruapan la que se exprese en la próxima conducción del municipio”, expresó Alanís.
La legisladora señaló que el procedimiento legal para la toma de protesta se activará tan pronto llegue la notificación formal del Cabildo. Aunque no existe un plazo límite, estimó que la designación podría concretarse en cuestión de horas o durante la semana. “Elaboraremos de inmediato el dictamen para que tome protesta, en este caso, Grecia Quiroz, viuda de Carlos Manzo, como presidenta municipal”, indicó.
Alanís Sámano subrayó que, además del cumplimiento de los procedimientos legales, el nombramiento debe ir acompañado de medidas políticas que garanticen la estabilidad institucional de Uruapan. Reiteró que el Congreso respalda el proceso y busca generar condiciones de gobernabilidad en el municipio.
Asimismo, informó que se han solicitado acciones especiales de protección para Grecia Quiroz y sus hijos, ante el contexto de violencia que rodeó el asesinato del alcalde. Señaló que la seguridad será una prioridad tanto del gobierno estatal como del Poder Legislativo.
El posible nombramiento de Quiroz representa no solo la continuidad administrativa del ayuntamiento, sino también un gesto de respaldo político y social en medio de una crisis que ha sacudido a la comunidad uruapense.