El futbolista ruso Andrei Mostovoy, delantero del Zenit de San Petersburgo, vivió momentos de tensión tras escapar de un intento de secuestro en la isla Krestovsky, pero apenas cinco días después volvió a las canchas y fue protagonista del triunfo de su equipo.
El pasado 24 de octubre, Mostovoy, de 27 años, salía de un supermercado cuando tres hombres enmascarados intentaron subirlo por la fuerza a una camioneta. El jugador logró zafarse con la ayuda de su amigo Alexander Grakun, exjugador de hockey juvenil, quien intervino rápidamente para enfrentar a los agresores.
Según reportes de medios locales, Grakun logró reducir físicamente a los secuestradores, permitiendo que Mostovoy escapara hacia una zona boscosa cercana y se pusiera a salvo. Posteriormente, el futbolista acudió a las autoridades para denunciar formalmente el intento de secuestro.
“La reacción de Sasha fue lo que los salvó”, declaró Natalya, madre de Grakun, al diario KP-Petersburg. “Dominó a los atacantes y los dejó inconscientes”.
En entrevista con el medio Fontanka, Mostovoy confesó que el episodio lo dejó impactado. “Me sorprendió que algo así pueda pasar todavía… Apenas dormí esa noche”, relató el jugador, quien también agradeció los mensajes de apoyo a través de las redes del Zenit.
A pesar del incidente, el delantero se reincorporó rápidamente a los entrenamientos y el fin de semana siguiente anotó un gol clave en la victoria del Zenit por 2-1 ante el Dinamo de Moscú.
Las autoridades de San Petersburgo confirmaron la detención de cuatro sospechosos, quienes enfrentan cargos por secuestro, robo e intento de secuestro. Los implicados permanecen bajo custodia preventiva mientras continúa la investigación, en una operación conjunta entre el Comité de Investigación de Rusia, el FSB y la policía local.