Entre muestras de dolor e indignación, miles de personas acompañaron el féretro del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en una marcha por las principales calles de la ciudad. Con música de mariachi y gritos de “¡Presidente, presidente!”, los asistentes exigieron justicia por su asesinato.
Familias, jóvenes y comerciantes se sumaron al recorrido, expresando su inconformidad por la violencia y la impunidad. Durante la despedida, se escucharon consignas en contra de la inseguridad y llamados al gobierno para que el caso no quede impune.
El ambiente estuvo marcado por lágrimas, aplausos y muestras de respeto hacia el presidente municipal, a quien muchos habitantes consideraban cercano y defensor de las causas del pueblo.
La ciudadanía reiteró su demanda de justicia y pidió a las autoridades esclarecer los hechos y garantizar seguridad para todos.