Tras más de dos años de conflicto devastador entre Israel y el movimiento Hamas, los actores involucrados han anunciado una tregua y han intercambiado los últimos rehenes, en lo que muchos interpretan como el fin formal de la guerra en Gaza.
No obstante, múltiples interrogantes sobre la implementación del acuerdo, el futuro de la Franja y la gobernabilidad permanecen abiertos.
En una cumbre en Sharm el-Sheikh, Egipto, los mediadores Egipto, Catar y Turquía firmaron junto con el expresidente de EE. UU. Donald Trump un documento que formaliza un alto el fuego y un plan de paz inicial para Gaza. Trump declaró desde la cumbre que “la guerra está terminada” y calificó el día como histórico. Como parte del acuerdo, Hamas liberó los 20 rehenes israelíes que quedaban con vida, mientras que Israel se comprometió a liberar más de 1,900 presos palestinos.
En publicaciones internacionales también se informa que Hamas ha recibido “garantías” de que la guerra se da por concluida. El conflicto comenzó con un ataque masivo de Hamas el 7 de octubre de 2023, que desató una respuesta militar intensa de Israel sobre Gaza. Durante el conflicto, cifras elevadas de muertos, destrucción de infraestructuras y colapso humanitario marcaron la vida diaria en la Franja. Ya en 2025 se había intentado una tregua de 42 días que culminó abruptamente con un bombardeo sorpresa de Israel el 18 de marzo de 2025, lo que volvió a reactivar las hostilidades.
Aunque el anuncio ha sido celebrado por algunas partes como el fin del conflicto, los analistas advierten que muchos de los temas más espinosos han quedado para después:La desmilitarización de Hamas, uno de los puntos centrales del plan de paz, no fue aceptada de inmediato. Queda pendiente decidir cómo será la gobernanza de Gaza, qué papel tendrá la Autoridad Palestina y cuál será la supervisión internacional.
La retirada israelí será gradual y supervisada, no inmediata e incondicional. Se prevé un despliegue internacional de fuerzas de estabilización, además de un aumento significativo de la ayuda humanitaria. Reacciones políticodiplomáticas.
Algunas facciones israelíes están escépticas el primer ministro Benjamin Netanyahu no asistió a la cumbre en Egipto, citando razones religiosas, lo que generó cuestionamientos sobre el compromiso de Israel con el acuerdo. El presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi calificó la propuesta de Trump como la “última oportunidad” para lograr una paz duradera. El propio Trump se presentó ante el Knesset israelí y defendió el acuerdo como el inicio de una nueva era en Oriente Medio.