Una manifestación encabezada por jóvenes de la generación Z recorrió las calles de Culiacán en un ambiente pacífico, sin daños ni enfrentamientos, como parte de un movimiento que también se ha replicado en otras ciudades del país. La marcha inició en la Catedral y avanzó por la banqueta hasta que, debido al número de asistentes, terminó cerrando un tramo de la avenida Álvaro Obregón. El recorrido concluyó en Palacio de Gobierno, donde los manifestantes exigieron respeto a los derechos humanos, atención a la inseguridad, acceso a medicamentos, mejores servicios de salud y respuestas por las personas desaparecidas en el estado y en México.

Durante la movilización participaron familiares de personas desaparecidas, incluidas madres buscadoras, quienes marcharon junto a los jóvenes para visibilizar la falta de resultados en la búsqueda de sus seres queridos. En varios momentos del trayecto, asistentes pidieron amablemente a cualquier político o diputado que pudiera encontrarse presente que se retirara del lugar, señalando que no confiaban en promesas anteriores ni en discursos que —según dijeron— no se han cumplido. Los presentes coincidieron en que su marcha no tenía fines partidistas, sino la intención de hacer visible el cansancio social ante los problemas de violencia e impunidad que persisten.

Una joven manifestante, quien solicitó mantener el anonimato por temor a represalias, afirmó que varios estudiantes de distintas universidades han recibido advertencias para no involucrarse en este tipo de movimientos. Explicó que siente preocupación por la inseguridad, por la falta de medicamentos en hospitales y por el riesgo que enfrentan jóvenes que alzan la voz. Detalló que su objetivo es mantener protestas pacíficas, pero expresó que muchas personas sienten que deben protegerse ante posibles agresiones. Señaló que su acción no representa apoyo a ningún partido político, que se solidarizan con otras causas como la defensa de Palestina y los derechos de comunidades diversas, y que continuarán manifestándose aunque sean pocos.

La joven también denunció que estudiantes han recibido llamadas o advertencias para desistir de participar, y que incluso algunos padres han sido notificados de supuestas investigaciones en curso. Mencionó que hay temor entre estudiantes de varias facultades por el clima de presión y la violencia que se vive en el país. Aun así, sostuvo que seguirán exigiendo medicamentos para hospitales, mejores condiciones laborales, atención a desapariciones y soluciones a los problemas que, según expresó, no han sido atendidos por el actual gobierno federal encabezado por Morena.
Durante la marcha también participó el chef Miguel Taniyama, quien expresó que el movimiento juvenil representa un despertar social. Señaló que las nuevas generaciones están demostrando fuerza, organización y una voz propia, lo que consideró esperanzador para el futuro del país. Afirmó que lo ocurrido en la Ciudad de México y lo que se replica en otras entidades muestra que los jóvenes están decididos a involucrarse en la vida pública, y destacó que esto debe motivar a la sociedad a apoyarlos. Añadió que ver a jóvenes de Sinaloa manifestarse de manera pacífica es motivo de orgullo y un recordatorio del papel que jugarán en las decisiones del país.

La manifestación concluyó sin incidentes, sin daños y sin enfrentamientos. Los asistentes permanecieron frente a Palacio de Gobierno lanzando consignas relacionadas con seguridad, justicia, derechos humanos y apoyo a las familias con personas desaparecidas. La marcha dejó claro que, para muchos jóvenes, la inconformidad ante la inseguridad, los asesinatos en distintos estados, la falta de medicamentos, los problemas hospitalarios y la ausencia de resultados en la búsqueda de desaparecidos son motivos suficientes para organizarse y exigir respuestas de manera pacífica.