El alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, fue asesinado a balazos la tarde del sábado 1 de noviembre en el centro de la ciudad. El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, confirmó su fallecimiento minutos después del ataque y anunció la detención de dos presuntos responsables, además de un agresor abatido durante el operativo.
El atentado ocurrió mientras el presidente municipal se encontraba en la zona céntrica de Uruapan. Inicialmente se reportó que había resultado gravemente herido, pero posteriormente se confirmó su muerte a través de redes oficiales del gobierno estatal.
Tras el ataque, autoridades estatales y federales desplegaron un operativo de seguridad en distintos puntos del municipio. El secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, se trasladó a Uruapan para coordinar las acciones, junto con elementos de la Guardia Nacional.
La muerte del alcalde ha generado preocupación entre la población y actores políticos del estado, quienes han condenado el hecho y lo consideran uno de los atentados más graves contra un funcionario en funciones en Michoacán en los últimos años.